
Synopsis: A recently divorced woman decides to move with her daughter to a new house. Seeking a fresh start for both, she unexpectedly finds a serial killer's diary in the attic, which turns their lives upside down after strange events begin to occur there.
I was recently pleasantly surprised by this intriguing Mexican psychological thriller and decided to share this recommendation with you. I'm not familiar with much of what's produced in this segment in Mexico, but I think this movie deserves to be remembered for being a project that exceeds expectations for the average quality of what's typically seen in these types of productions. Featuring a script that delves into different layers of suspense (such as psychological and supernatural events), the plot is well-orchestrated and offers good moments of reflection on how some traumas, when neglected in the past, can "hunt" us.

Although the movie has some flaws in its script that make it less believable or impactful (such as escapist or minimalist solutions, and the excessive hints about the major plot twist before the final big reveal, at the end of the third act), it doesn't become any less interesting, because it's the way things unfold that makes this story inviting, and indeed, compelling. There's a very vibrant dynamic here, and this alone ensures that the audience remains interested in the plot being told (in detail), because the way everything is structured "imprints" not only a great pace on the movie, but also the message it delivers.
When Olga and Victor divorce, Vera (their daughter) must deal with this new reality. Literally everything she's experiencing in this new family setup seems like a kind of "alternate reality," one she still can't quite grasp (especially since her father now has a new girlfriend). Seeking help from a therapist, Olga finds a lifeline in Carlos (not just for her own daughter, by the way), but things get darker when she finds a trunk in the attic of her new home (where she moved in with her daughter after the divorce), and inside it, the unfinished diary of a serial killer that brings with it many conflicts.

There's a very consistent blend of different suspense tones, with the highlight being the combination of psychological suspense and supernatural suspense. The script weaves these two "zones of convergence" within this narrative with a very agile development, constantly placing the characters in risky situations where they must deliberate on everything that's happening (whether real situations or those created by unfortunate coincidences caused by the chance of bad moments), "drawing" the audience into the movie, as if the person on the other side of the screen were, in fact, a relevant piece in the whole being constructed on screen.
Jumping back and forth in time is used as a sharp device to contrast the narrative's points, thus untying the "knots" scattered throughout the plot (which, by the way, leaves no loose ends or room for ambiguous interpretations... making the entire movie something with a beginning, middle, and end). With each new piece of information, the plot becomes much more interesting, and the idea of connecting all the central characters through a diary was very well developed by the script as an analogy for confronting our traumas, before they become something much greater than they already are. Ignoring certain conveniences to keep the entire plot sustainable, the movie has no major problems.

There's no major juggling within the narrative. Everything is very simple, yet at the same time, very efficient (despite the missteps I mentioned earlier). The production has limited technical aspects, and it's easy to see that the low budget contributes to this. Regardless, there's good editing, which helps the fluidity with which events are presented to the audience (especially when there are bridges connecting the present and future regarding the great mystery surrounding the diary full of macabre tales). It's a typical project that, despite having little investment, proves to be a very positive production.
Irene Azuela, Mauricio Ochmann, Isabella Arroyo and Leonardo Ortizgris lead the cast. Each of them is an important piece in this seemingly meaningless puzzle, but which gradually translates into an intelligent and visceral plot (the final scene is brutally dramatic, in fact), where each character has a specific function, making them truly active figures within the narrative (with a brief highlight on the performance of young Arroyo, who created a "frighteningly diabolical" girl... despite being so "innocent"). The way the characters interact with each other always feels natural and reinforces the work of each of them in the cast.

Directing The Diary is the duo formed by Emma Bertrán and Alba Gil. Their consistent work ensures the narrative never feels jarring, and the script, written partially by Bertrán (alongside Pamela Pons), is deeply complex, yet never overly pretentious (not for a minute). It consistently limits itself to where it can truly go as a dramatic narrative grounded in tangible suspense (one of the movie's most notable qualities, it must be said). For a movie running about 80 minutes, the result is truly satisfying, but I think an extra 10 or 15 minutes wouldn't hurt to better explain some scenes.
Sinopsis: Una mujer recién divorciada decide mudarse con su hija a una nueva casa. Buscando un nuevo comienzo para ambas, inesperadamente encuentra el diario de un asesino en serie en el ático, lo que trastoca sus vidas tras extraños sucesos.
Recientemente me sorprendió gratamente este intrigante thriller psicológico mexicano y decidí compartir esta recomendación. No conozco mucho de lo que se produce en este segmento en México, pero creo que esta película merece ser recordada por ser un proyecto que supera las expectativas de la calidad promedio de lo que se suele ver en este tipo de producciones. Con un guion que explora diferentes niveles de suspenso (como eventos psicológicos y sobrenaturales), la trama está bien orquestada y ofrece buenos momentos de reflexión sobre cómo algunos traumas, cuando se ignoran en el pasado, pueden "perseguirnos".
Aunque la película presenta algunos fallos de guion que la hacen menos creíble o impactante (como soluciones escapistas o minimalistas, y las excesivas insinuaciones sobre el giro argumental principal antes de la gran revelación final, al final del tercer acto), no por ello pierde interés, ya que es el desarrollo de la trama lo que la hace atractiva y, de hecho, cautivadora. Hay una dinámica vibrante, y esto por sí solo garantiza que el público mantenga el interés en la trama que se cuenta (en detalle), ya que la forma en que todo está estructurado le imprime no solo un gran ritmo a la película, sino también el mensaje que transmite.
Cuando Olga y Víctor se divorcian, Vera (su hija) debe lidiar con esta nueva realidad. Literalmente, todo lo que experimenta en esta nueva configuración familiar parece una especie de "realidad alternativa", una que aún no logra comprender del todo (sobre todo porque su padre ahora tiene una nueva novia). Al buscar ayuda de un terapeuta, Olga encuentra un salvavidas en Carlos (no solo para su propia hija, por cierto), pero las cosas se complican cuando encuentra un baúl en el ático de su nueva casa (donde se mudó con su hija después del divorcio), y dentro, el diario inacabado de un asesino en serie que trae consigo muchos conflictos.
Hay una mezcla muy consistente de diferentes tonos de suspense, destacando la combinación de suspense psicológico y sobrenatural. El guion entrelaza estas dos "zonas de convergencia" dentro de la narrativa con un desarrollo muy ágil, colocando constantemente a los personajes en situaciones de riesgo donde deben reflexionar sobre todo lo que sucede (ya sean situaciones reales o creadas por desafortunadas coincidencias causadas por la casualidad de momentos difíciles), atrayendo al público hacia la película, como si la persona al otro lado de la pantalla fuera, de hecho, una pieza relevante en el conjunto que se construye en pantalla.
El ir y venir en el tiempo se utiliza como un recurso ingenioso para contrastar los puntos de la narrativa, deshaciendo así los nudos dispersos por la trama (lo que, por cierto, no deja cabos sueltos ni espacio para interpretaciones ambiguas... convirtiendo la película en algo con principio, nudo y desenlace). Con cada nueva información, la trama se vuelve mucho más interesante, y la idea de conectar a todos los personajes principales a través de un diario fue muy bien desarrollada por el guion como analogía para afrontar nuestros traumas, antes de que se conviertan en algo mucho más grave. Dejando de lado ciertas conveniencias para que la trama sea sostenible, la película no presenta mayores problemas.
No hay grandes malabarismos en la narrativa. Todo es muy sencillo y, a la vez, muy eficiente (a pesar de los errores que mencioné antes). La producción tiene aspectos técnicos limitados, y es fácil ver que el bajo presupuesto contribuye a ello. En cualquier caso, hay una buena edición, que facilita la fluidez con la que se presentan los eventos al público (sobre todo cuando se establecen puentes que conectan el presente y el futuro en relación con el gran misterio que rodea el diario lleno de relatos macabros). Es un proyecto típico que, a pesar de la escasa inversión, resulta ser una producción muy positiva.
Irene Azuela, Mauricio Ochmann, Isabella Arroyo y Leonardo Ortizgris encabezan el reparto. Cada uno de ellos es una pieza clave en este rompecabezas aparentemente sin sentido, pero que gradualmente se traduce en una trama inteligente y visceral (la escena final es brutalmente dramática, de hecho), donde cada personaje tiene una función específica, lo que los convierte en figuras verdaderamente activas dentro de la narrativa (con un breve resumen de la actuación de la joven Arroyo, quien creó a una chica "espantosamente diabólica"... a pesar de ser tan "inocente"). La forma en que los personajes interactúan entre sí siempre se siente natural y refuerza el trabajo de cada uno de ellos en el reparto.
La dirección de El Diario está a cargo de Emma Bertrán y Alba Gil. Su trabajo constante garantiza que la narrativa nunca resulte discordante, y el guion, escrito parcialmente por Bertrán (junto con Pamela Pons), es profundamente complejo, pero nunca excesivamente pretencioso. Se limita constantemente a lo que realmente puede llegar como narrativa dramática basada en un suspense tangible (una de las cualidades más notables de la película, hay que decirlo). Para una película de unos 80 minutos de duración, el resultado es realmente satisfactorio, pero creo que 10 o 15 minutos adicionales no vendrían mal para explicar mejor algunas escenas.
Sinopse: Uma mulher recém-divorciada decide se mudar com sua filha para uma nova. Em busca de um recomeço para ambas, tudo o que ela não imaginava encontrar era o diário de um assassino em série no sótão, que coloca à vida delas de cabeça para baixo após eventos estranhos começarem a acontecer no lugar.
Recentemente eu fui positivamente surpreendido ao assistir este intrigante suspense psicológico mexicano e decidi vir aqui compartilhar esta recomendação com vocês. Não conheço muita coisa do que é produzido dentro deste segmento no México, mas eu penso que este filme merece ser lembrado por ser um projeto que excede as expectativas para uma média de qualidade do que é normalmente visto dentro desses tipos de produções. Trazendo um roteiro que mergulha em diferentes tipos de camadas de suspense (como eventos psicológicos e sobrenaturais), a trama é bem orquestrada e traz bons momentos de reflexão cobre como alguns traumas, quando negligenciados no passado, podem nos “caçar”.
Embora o filme tenha algumas falhas no roteiro que o tornam em algo menos crível ou impactante (como soluções de teor escapista ou minimalistas demais, e as dicas em excesso sobre o maior “plot twist” antes da grande revelação final acontecer, já na conclusão do terceiro ato), ele não se torna menos interessante, porque é o modo como as coisas vão sendo desenvolvidas que torna esta estória em algo convidativo, e de fato, atrativo. Existe uma dinâmica bem pulsante aqui, e isso por si só já garante que o público se mantenha interessado na trama que está sendo contada (em detalhes), porque o modo como tudo é arquitetado “imprime” não só um ótimo ritmo ao filme, mas a mensagem que é entregue.
Quando Olga e Victor se divorciam, Vera (que é a filha deles) precisa lidar com essa nova realidade. Literalmente, tudo o que ela está vivenciando nessa nova configuração familiar lhe parece ser uma espécie de “realidade alternativa”, que ela ainda não consegue assimilar muito bem (principalmente porque o pai agora tem uma nova namorada). Buscando a ajuda de um terapeuta, Olga encontra em Carlos uma “taboa de salvação” (não apenas para a sua própria filha, aliás), mas as coisas ficam mais obscuras quando ela encontra um baú no sótão da sua nova casa (na qual ela se mudou para viver com à filha após o divórcio), e dentro dele o inacabado diário de um assassino em série que traz muitos conflitos.
Há uma mistura muito consistente entre diferentes tons de suspense, sendo o grande destaque o combo do suspense psicológico ao lado do suspense sobrenatural. O roteiro traz essas duas “zonas de convergência” dentro dessa narrativa com um desenvolvimento muito ágil, fazendo com que os personagens sejam constantemente colocados em situações de risco onde precisam deliberar sobre tudo o que está acontecendo (sejam as situações reais, ou aqueles que acabam sendo criadas por infelizes coincidências provocadas pelo acaso de momentos ruins), “trazendo” o público para o filme, como se quem está do outro lado da tela fosse, de fato, uma peça relevante no todo que está sendo construído na tela.
Idas e vindas no tempo são usadas como recurso afiado para contrapor os pontos da narrativa, e assim, desatar os “nós que estão espalhados pela trama (que aliás, não deixa pontas soltas ou margens para interpretações dúbias... fazendo de todo o filme algo com um começo, meio e fim). A cada nova informação o roteiro se torna muito mais interessante, e a ideia de conectar todos os personagens centrais através de um diário foi muito bem desenvolvida pelo roteiro como uma analogia sobre o enfretamento dos nossos traumas, antes deles se tornarem algo muito maior do que eles já são. Ignorando certas conveniências para manter todo o roteiro como algo sustentável, o filme não tem maiores problemas.
Não há grandes malabarismos dentro da narrativa. Tudo é muito simples, mas ao mesmo tempo, muito eficiente (ainda que com as decisões equivocadas que eu já mencionei anteriormente). A produção tem aspectos técnicos limitados, e nota-se facilmente que o orçamento baixo corrobora para isso acontecer. De qualquer maneira, existe um bom trabalho com edição de cenas e isso é algo que ajuda na fluidez em que os eventos vão sendo mostrados ao público (em especial quando há pontes que ligam presente e futuro sobre o grande mistério envolvendo o diário cheio de relatos macabros). O típico projeto que mesmo tendo pouco dinheiro investido, se mostra como uma produção de efeito bastante positivo.
Irene Azuela, Mauricio Ochmann, Isabella Arroyo e Leonardo Ortizgris estão à frente do elenco. Cada um deles sendo uma peça importante dentro desse quebra-cabeças que aparentemente não faz sentido algum, mas que aos poucos é traduzido como uma trama inteligente e visceral (a cena final é brutalmente dramática, aliás), onde cada personagem tem uma função específica, fazendo deles figuras realmente atuantes dentro da narrativa (com um breve destaque na atuação da pequena Arroyo, que construiu uma menina “assustadoramente diabólica”... mesmo sendo tão “inocente”). O modo como os personagens interagem entre si sempre soa natural, e reforça o trabalho de cada um deles no elenco.
No comando da direção em O Diário está a dupla Emma Bertrán e Alba Gil. A conformidade no trabalho delas garante que a narrativa não soe como algo destoante, e o roteiro escrito parcialmente por Bertrán (ao lado de Pamela Pons) se converte em algo muito complexo, mas sem nunca soar como algo pretencioso, e sempre se limita até onde realmente consegue ir enquanto uma narrativa dramática pautada em um suspense de dimensões tangíveis (uma das qualidades que mais se destacam aqui, é preciso dizer). Sendo um filme com cerca de 80 minutos, o resultado é realmente muito satisfatório, mas eu penso que uns 10 ou 15 minutos a mais não fariam mal algum para explicar melhor algumas cenas.
Posted Using INLEO